27 julio, 2018

INTERVENCIÓN DE TRATO CIUDADANO EN EL PLENO DEL ESTADO DEL MUNICIPIO


Intención
El análisis de Trato Ciudadano sobre el estado del municipio, considera que en el momento actual, la prioridad inexcusable de la ciudad pasa por construir un nuevo modelo de convivencia, que garantice la igualdad de trato a todos los ciudadanos desde el gobierno y la administración de los intereses comunes del municipio.
Entiéndase este análisis como una mirada libre, desde otro punto de vista,  sobre la realidad de la ciudad, una aportación sin ánimo de ofender a nadie, que solo pretende mejorar la ciudad.



1.- Diagnóstico de la situación:

En Ávila necesitamos poner remedio a la enorme distancia que existe entre la realidad virtual de la Ciudad-Triunfal, que se publicita constantemente desde todos los medios al alcance de las instituciones y la realidad de la Ciudad-Hostil, que pesa en el ánimo de la mayoría de los vecinos y dificulta el cumplimiento natural de los deseos más nobles.

La ciudad-triunfal se maneja desde el privilegio y el despilfarro del dinero público, y se impone a los ciudadanos en competición por el privilegio como ascensor social. 

La ciudad-hostil se sufre desde la exclusión y el desafecto, anulando la ambición por el  espacio público común. 

Como alternativa, la Ciudad-Amable se vive desde el bienestar común,  desde la igualdad, el sentido común, la empatía, la cooperación, la democracia participativa, la inclusión…  argumentos que revelan un valioso modelo de convivencia y progreso.


2.- El sistema dominante: impugnamos la realidad triunfal, virtual.

La trayectoria de este Ayuntamiento en el actual periodo constitucional, tras el breve tiempo de apertura de la transición, supone un muestrario de despropósitos de 30 años de duración , (en los que la ciudad, lejos de abrirse al mundo, incorporando los nuevos tiempos y las nuevas gentes, a la planificación y el buen gobierno de los recursos propios de nuestro territorio y nuestra cultura), retrocede a un sistema de complicidad excluyente y despilfarro que rechaza automáticamente todo lo que no engorde el sistema. Se diría que después de 30 años, fuera de privilegio no hay vida y lo común no existe.

La práctica política de gobierno más habitual ha consistido en poner el presupuesto de la ciudad a disposición de los poderosos de cada momento, sin mayor garantía, y a cambio de la promoción personal, pública, económica o social de una minoría. Es público y notorio que desde hace 30 años Ávila se gobierna, lamentablemente, en diferido, desde despachos ajenos a la institución municipal, donde para disimular el estrepitoso fraude democrático y económico a los vecinos, el alcalde y su equipo de gobierno no son más que títeres del sistema,  y la oposición, en general, ha desempeñado el papel de comparsa.

De esta manera, la Administración Municipal resultante, opera bajo una transparencia sólo formal, sin proyecto para la  ciudad común,  sin protocolo funcional, sin jerarquía real, sin controles ni auditorías,  resultando  una administración desestructurada  que encubre desde la arbitrariedad y el doble juego el despilfarro impune de los recursos públicos.

El sistema dominante actual no tiene ninguna posibilidad de evolucionar a una solución justa porque es un fraude en sí mismo. Resulta imprescindible mirarse en el espejo, desmontar el privilegio y establecer la igualdad.

Sr. Rivas, aún existe una posibilidad real al alcance de su mano, si tiene la suficiente dignidad, para concluir el ciclo de 30 años con la mejora inmediata del estado de la ciudad: decretar los servicios mínimos y cerrar el ayuntamiento hasta las nuevas elecciones.


3º La ciudad Amable del bienestar común como nuevo modelo de convivencia.

Desde Trato Ciudadano hacemos un llamamiento general a la gente para ejercer entre todos la ambición y el entusiasmo por la vida aquí y ganar el futuro relevante que se merece.

Nadie va a venir a sacarnos del atolladero, tenemos que ser nosotros los que construyamos la salida de esta situación de privilegios que nos arruina, para transformarnos en  la ciudad de todos.

Otra ciudad es posible y este es el momento de la participación democrática para construirla colectivamente, desde la cooperación y la empatía de todas las fuerzas, posiciones y grupos.  

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