Quien calla otorga, Sr Rivas
Preguntamos en el Pleno de enero
sobre la polémica intervención del Sr. Alcalde, en la vía pública el día de la
nevada, en el entorno de su domicilio familiar, en la que se implica
personalmente en labores de despejar a un vehículo mediante el Servicio
Municipal de limpiezas.
Y esta es la respuesta, por escrito, un mes
después:
Por la Sra. Moreno Tejedor se formuló el siguiente:
- Felicita a los abulenses por su actitud cívica durante la gran nevada
y pregunta al Alcalde si un vehículo que estaba recibiendo ayuda municipal es
de un familiar suyo.
En el año 2015, como cargo público
electo, publiqué, con total transparencia, mi declaración de bienes
gananciales, entre los cuales figuraba mi vehículo.
El patrimonio de cualquier otro
ciudadano, sea o no allegado mío, forma parte de su vida privada. Toda
declaración al respecto, ajena a mi propia persona, constituye una invasión de
la esfera particular de cada uno, sancionable conforme a la Ley Orgánica
15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal y a la
restante normativa encargada de velar por el derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen como derechos fundamentales de la
persona, para la protección de los datos de carácter personal que le conciernan
(artículo 18 CE).
Como es de sentido común, el interés por conocer la
explicación del Alcalde se justifica por el carácter público del cargo que
ostenta y la adecuada utilización de los
Servicios Municipales que él preside.
Evadirse de la respuesta sobre el fondo del asunto,
anteponiendo el ámbito privado a la dignidad como autoridad pública, no deja
duda sobre la manera de entender la transparencia y respeto a los ciudadanos en
el desempeño de la función pública y el calibre de su honestidad.
La certeza contrastada de la presencia del Sr. Alcalde en la
actuación del servicio municipal de limpieza trabajando para despejar la
movilidad de un vehículo, vinculado a su
familia en la persona de su yerno mientras la ciudad estaba desbordada, solo
admite como respuesta el reconocimiento de la verdad y las disculpas ante todos
los abulenses que en las mismas circunstancias no tuvieron la suerte de ser
parientes del Alcalde y gozar de su atención.
Pero, la pregunta que debía responder era mucho más sencilla
aunque no se traslada en el acta de forma textual. Se le inquiría directamente
sobre si el vehículo en cuestión era el de su yerno, lo que no tenía otra
respuesta que un sí o un no. Tratándose de la utilización de recursos públicos
estaba estrictamente obligado a responder, ya que la privacidad decae.
Evidentemente, era su yerno, y el Sr. Rivas ni ha sido decoroso ni honesto.
2 comentarios:
Pero ¿como se puede ser tan tarugo?, Señor Alcalde. ¿No ve que la razón que usted da es salirse por los cerros de Ubeda e incluso un tanto ambigua?...
Algún día la filiación de nuestro alcalde será privada y no conoceremos ni su nombre ni su "rostro".
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